NECESIDAD DE JUSTICIA SATISFECHA
Cuando uno contrata un profesional para que atienda un asunto, deposita su confianza. Por eso, el verse traicionado en esa confianza genera una doble frustración; por un lado por el fracaso del reclamo que motivó la consulta profesional, y por el otro, por la deslealtad en sí.
Pero esa frustración no debe ser el final de la situación; no sólo es viable -en muchos casos- retomar el asunto originario, sino además generar la reparación de ese daño causado por la mala atención y engaño.
Nuestra meta es lograr que los clientes recuperen esa confianza en el profesional al que asignan el caso, y que vean satisfecha su necesidad de justicia.
Si el reclamo no fuera viable por algún motivo, inmediatamente se lo haremos saber dándole las alternativas reales del caso; no tenemos ninguna intención de perder el tiempo, ni hacérselo perder a nuestros clientes. Somos claros, concisos y concretos.
Ni somos abogados para todos los clientes, ni todos los potenciales clientes son para nosotros. Uno siempre puede elegir.
